domingo, 10 de noviembre de 2013

Sexo canceroso; Dios cancerígeno

Detalle del templo Khajuraho, en Benarés.
Hace unos pocos meses —justo en el momento de escribir el borrador de esta entrada, que ahora rescato— me acordaba yo de esos tonsurados de misa que solían amedrentar el incipiente apetito sexual de la juventud en cierne categorizando, como piedra angular de la axiomática espiritual católica, la lógica causal entre onanismo y ceguera. Vamos, aquello tan sabido de "chaval, si te la cascas tanto, te vas a quedar ciego".

Y me acordaba de ello y de ellos porque hace unos pocos meses, cuando saltó la noticia de que las felaciones y los cunnilingus eran causa —a lo menos, estadísticamente preocupante— del funesto cáncer de garganta, imaginábame yo a la casta eclesiástica retrógrada de este católico país nuestro saltando jubilosa y alborozada, por fin, ante el advenimiento del divino castigo al desordenado y carnal lujuriar del ser humano. El canto de tamaños júbilo y alborozo expondría la idea de que no se asistía, desde la destrucción de Sodoma y Gomorra, a semejante demostración de la ira divina. Y es que, seguramente, la susodicha casta no ha acabado de acostumbrarse, en dos mil años de tradición cristiana, a ese Dios blandengue del Nuevo Testamento.

Por cierto, quien fuese altavoz de la noticia, Michael Douglas, parece ser que ya está curado de su cáncer, el cual, finalmente, no era de garganta sino de lengua. No sé..., dicen por ahí que en Hollywood vive el demonio. Serán las malas lenguas.

2 comentarios:

  1. :) No lo había oído...Jajaja, ese final muy bueno.

    Hoy en día todo produce cáncer...

    Muchos besos

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    Respuestas
    1. En materia de sexo, el horóscopo me pone a salvo de cáncer, pues soy virgo.
      Ja, ja... En fin, no sé si me ha quedado gracioso el chascarrillo; estoy muy cansado esta noche.
      Besos, preciosa.

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