Durante este mes de octubre, en Lloret de Mar, se están celebrando las XX Jornadas Gastronómicas del Arroz. Se trata de una atractiva apuesta culinaria que habitualmente acontece durante el mes de mayo, pero que, en este pandémico 2020 ha visto reubicada su cita con el turismo gastronómico a lo largo de todo este mes otoñal en que nos encontramos.
En total, son quince los restaurantes a los que se puede acudir para degustar unos suculentos menús, cuyo eje vertebrador siempre es, naturalmente, el arroz. El fin de semana pasado, mi mujer y yo pudimos disfrutar del que preparan en Il Pomodoro: un arroz caldoso de erizo de mar, rape y almejas, que estaba, literalmente, para mojar pan, lo cual, por supuesto, hicimos, sin que nos amedrentase la generosidad de las raciones. Y, ayer mismo, hicimos lo propio con otro caldoso: el de sepia y gamba que elaboran y sirven en el restaurante del aula de aplicación del Hotel Evenia Olympic Park los alumnos de los CFGM de hostelería del Institut Ramon Coll i Rodés. Fue precisamente aquí, donde recordé el apotegma confuciano con que da inicio este escrito y donde pensé que, de hallarse a la mesa el mismísimo Confucio, hubiese estado de acuerdo conmigo en que hay arroces que son también auténticas flores.
Fotografía superior: Carta de restaurantes participantes en las XX Jornadas Gastronómicas del Arroz.
Fotografía inferior: ArrozFotografía inferior: Arroz caldoso de sepia y gamba,de la hostelería del Institut Ramon Coll i Rodés, de Lloret de Mar.
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